Este método nos permite ser nuestro propio terapeuta. Aquí hay tres técnicas para actuar por nosotros mismos sobre nuestras emociones, nuestro comportamiento, nuestras compulsiones….
Descubre cómo deshacerte del estrés y liberarte de lo negativo con estos tres ejercicios de autohipnosis.
1. Manejar las emociones a través de la imaginación
Esta técnica utiliza los fundamentos de la respiración abdominal y la imaginación para permitirnos actuar sobre nuestras emociones.
- – Nos centramos en la respiración: respiramos profundamente a través de nuestro vientre, aguantamos la respiración durante unos segundos y exhalamos todo el aire de nuestros pulmones. En el momento en que expulsa el aire, se relaja completamente.
- – Nos damos cuenta de la parte de nuestro cuerpo donde está nuestra emoción: corazón, garganta, pulmones, estómago….. Visualizamos esta emoción como una bola opresiva.
- – Imaginamos que sacamos esta pelota de la parte del cuerpo donde está, para ponerla a distancia, delante de nosotros, por ejemplo. Luego lo reducimos mentalmente hasta que se vuelve diminuto.
- – Nos pronunciamos 5 veces mentalmente: «Me distancio fácilmente de mis emociones negativas», mientras dejo que la pelota se aleje gradualmente de nuestra conciencia.
2. Dejar de rumiar a través de la concentración
La concentración en un objeto permite cortar este diálogo interior que contamina nuestros pensamientos.
- – Fijamos un punto imaginario frente a nosotros. Entonces «desenfocamos» este punto y cerramos los ojos.
- – Visualizamos la llama de una vela y la enfocamos: la imagen se vuelve más y más nítida, la llama se estabiliza. Observamos cada detalle: el tamaño de la vela, el halo de luz, las variaciones de color…. Tan pronto como nuestra mente se escapa, volvemos a nuestra vela y dejamos pasar los pensamientos, como las nubes.
- – Nos centramos en la llama, la hacemos crecer hasta que se convierte en sol. Respiramos 7 veces en este sol mientras alargamos su exhalación. Nos centramos en el cuerpo y el sol, cada respiración nos permite llenarnos más con este suave calor. Repetimos mentalmente: «Me estoy calmando».
3. Superar las compulsiones a través del diálogo con el inconsciente
Hablar con tu inconsciente te permite reconectarte contigo mismo y reconfortarte.
- – Cerramos los ojos y nos hacemos las siguientes preguntas: «¿Cómo es mi comportamiento?. ¿Cómo se ve la imagen cuando me veo fumando o cuando me tiro sobre la comida?. Un objeto, un animal, una persona, una forma».
- – Dialogamos con nuestro inconsciente: «¿De qué me sirves?. ¿Por qué fumo tanto?. ¿Por qué mordisqueo cuando estoy estresado?».
- – Nos damos cuenta de su comportamiento, lo reconocemos, le pedimos que cambie su impacto: «Tú has sido una rueda de repuesto. ¿Aceptas evolucionar?».
- – Visualizamos una pequeña burbuja amarilla de luz dorada en el centro de nuestra caja torácica. Nos imaginamos que está ocupando cada vez más espacio en nuestros cuerpos. Estamos como empapados en esta luz perfecta.
- – Sentimos un estado de calma y relajación. Permanecemos en este estado de relajación durante al menos 5 minutos.