En la menopausia, el cuerpo de una mujer cambia debido a una deficiencia hormonal. Esto a menudo resulta en la aparición de celulitis.
Celulitis y estrógeno, un matrimonio de alto riesgo. Porque el primero depende en gran medida del segundo. Es por ello que las mujeres son más sensibles a ella durante los períodos de grandes trastornos hormonales: adolescencia, embarazo, menopausia. «En la cincuentena, el posible aumento de peso asociado a los cambios hormonales agrava la celulitis, especialmente si hay insuficiencia venolinfática y estilos de vida sedentarios. Las zonas de celulitis pueden aparecer en el abdomen y los brazos», observa la Dra. Catherine Serfaty-Lacrosnière, experta en nutrición.
Aquí está el desfile:
Enfoque en la alimentación
«Reducir la sal y aumentar las proteínas para fortalecer la dermis», aconseja el especialista.
Practicar deportes
Ayuda a combatir el sobrepeso y fortalece los músculos. En la agenda: natación, ciclismo, etc.
Consulte a un flebólogo
Puede recetar medicamentos que mejoren la circulación y el drenaje: Endotélon®, Esberiven Fort®, Ginkor fort®, Daflon®, Hydracure®, Exputyl®.
Use cremas de cafeína
No hacen milagros sino que mejoran la calidad de la piel. Y como te obligan a cuidarte, también son una buena motivación para cuidar tu trasero y moverte: Percutaféine gel®, Ecla-Cell duo®, Body-Slim®, Elancyl®, etc.
Pruebe el drenaje linfático
Consiste en masajes profundos y circulares, combinados con maniobras de bombeo (presión / relajación) a lo largo del recorrido de los vasos linfáticos y los ganglios linfáticos.
Pruebe la endermología
Cellu M6 o palper-rouler: en unas diez sesiones se obtiene un efecto desinfiltrante sobre las zonas fibrosas y una disminución del volumen. Lo mismo ocurre con la radiofrecuencia (corrientes bi- y unipolares alternas) y UltraShape® (remodelación ultrasónica). La lipocrólisis es la técnica más reciente propuesta para combatir las zonas de celulitis localizadas y rebeldes.