Los Conflictos entre padres y madres afectan Emocional a los Hijos

Los conflictos de pareja y los hijos

Investigadores estadounidenses han demostrado que los niños, que se ven afectados diariamente por las disputas entre padres, tienen más dificultades para analizar las emociones de los demás. También estaban más ansiosos y vigilantes.

Una disputa paterna, incluso una disputa de menores, no estaría exenta de consecuencias para los niños que asisten a ella. Investigadores de la Universidad de Vermont en los Estados Unidos han encontrado que el tratamiento emocional puede ser afectado en estos niños. Los resultados de su estudio fueron publicados en el Journal of Social and Personal Relationships.

Los investigadores trabajaron con 99 niños de 9 a 11 años de edad. Después de una serie de evaluaciones psicológicas, se los separó en dos grupos: los que pertenecían a hogares en conflicto y los que pertenecían a hogares en situación de bajo conflicto. Estos niños observaron una serie de 90 fotos que mostraban a las parejas en una postura de enojo, felicidad o neutralidad. Luego tenían que identificar el estado de ánimo de la foto.

La expresión «neutro» es difícil de identificar

Los niños, no acostumbrados al conflicto paterno, analizaron las fotos con precisión. Aquellos de hogares en conflicto pudieron identificar a parejas felices y enojadas, pero tuvieron grandes dificultades con posturas neutrales. O estaban equivocados o no lo sabían. Según los autores, dos razones pueden explicar estos resultados:

  • La hipervigilancia de estos niños: prestan especial atención a los signos de conflicto, lo que podría llevarles a interpretar las expresiones neutrales como enfadados o, simplemente, a presentar mayores dificultades de procesamiento.
  • Falta de conocimiento de las interacciones neutrales: pueden estar más atentos a las interacciones conflictivas o felices, ya que son una señal para que se retiren a sus habitaciones o vayan con sus padres. Las interacciones neutrales no proporcionan mucha información, por lo que no aprenden a reconocerla.

La timidez, un factor agravante

Los investigadores identificaron a los niños tímidos a través de un cuestionario. Observaron que la timidez también interactúa con las percepciones de los niños. Ya sea que vinieran o no de hogares en conflicto, también tenían grandes dificultades para identificar a las parejas en poses neutrales.

También eran más vulnerables a los conflictos parentales. Para los investigadores, los padres de niños tímidos necesitan ser más cuidadosos sobre cómo expresan el conflicto frente a sus hijos.