Dejar de fumar es más fácil en una relación. El apoyo de la pareja sería eficaz para eliminar esta adicción, según un estudio presentado en EuroPrevent 2019.
Luchar contra los malos hábitos no es tarea fácil. ¿Y si la solución fuera hacerlo…. en parejas? Así lo reveló un estudio presentado el 12 de abril en EuroPrevent 2019, el congreso anual de la Asociación Europea de Cardiología Preventiva (EAPC) de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) celebrado en Lisboa, Portugal.
La investigación muestra que las parejas que tratan de dejar de fumar juntas tienen casi seis veces más probabilidades de éxito que solas.
«Las decisiones para dejar de fumar deben incluir a las parejas tanto como sea posible para lograr un hogar libre de humo», dice Magda Lampridou, autora del estudio del Imperial College London, del Reino Unido, en una declaración.
Se reclutó a un total de 222 fumadores con un alto riesgo de enfermedad cardiovascular o que habían sufrido un ataque cardíaco. Sus parejas también participaron en la investigación: 99 fumadores actuales, 40 ex fumadores y 83 no fumadores.
Soporte activo
Los fumadores y sus cónyuges asistieron a cuatro programas de cardiología preventiva diferentes. Se les preguntó sobre su consumo actual, su historial de tabaquismo y sus intentos anteriores de dejar de fumar.
Durante 16 semanas, se les ofrecieron sustitutos de la nicotina (parches y chicles). En uno de los cuatro programas, los participantes podían elegir tomar un medicamento para dejar de fumar.
Al final del estudio, el 64% de los pacientes y el 75% de sus parejas eran abstinentes, en comparación con ninguno y el 55% respectivamente al inicio del estudio. Las probabilidades de dejar de fumar después de 16 semanas fueron significativamente mayores (5,83 veces) para las parejas que lo intentaron juntas en comparación con los participantes que intentaron dejar de fumar solos.
«Dejar de fumar puede ser un negocio solitario. La gente se siente excluida cuando evita las pausas para fumar en el trabajo o las oportunidades sociales», dice Magda Lampridou. Además de esto, hay síntomas de abstinencia de nicotina.
Los compañeros pueden distraerse unos a otros (caminatas, películas) y fomentando actividades alternativas (comer alimentos saludables, meditar). “El apoyo activo funciona mejor, en lugar de acosar constantemente a alguien para que haga algo”.
Además, según el investigador, aunque el efecto no fue particularmente significativo en este estudio, investigaciones anteriores han demostrado que los ex fumadores pueden influir positivamente en los intentos de su pareja. Por el contrario, existe un riesgo significativo de que los no fumadores se acostumbren a los hábitos de sus parejas.