La Desnutrición y la Obesidad empeorarán debido al Cambio Climático

Desnutrición, obesidad y cambio climático

A medida que el cambio climático siga empeorando, su impacto irá mucho más allá del daño causado al medio ambiente. También tendría un impacto directo en la salud mundial, incluidas la desnutrición y la obesidad.

«En un futuro próximo, los efectos del cambio climático sobre la salud empeorarán significativamente la obesidad, la desnutrición y otros riesgos dietéticos», advierten investigadores de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), la Universidad George Washington (Estados Unidos) y expertos de la ONG World Obesity Federation.

En un estudio publicado en The Lancet el lunes 28 de enero, argumentan que estas «tres pandemias» deben ser abordadas globalmente, no de forma aislada. «En los últimos veinte años, la obesidad, la desnutrición y el cambio climático se han considerado por separado», escriben. También denuncian la «lentitud de las respuestas políticas».

El 16 de enero, un primer estudio recomendó reducir a la mitad el consumo mundial de carne roja y azúcar, y duplicar el de frutas, verduras y nueces. Esta nueva investigación, basada en el trabajo de 43 expertos de 14 países, vincula una vez más la alimentación y el medio ambiente.

Una pandemia de tres pandemias

Según los científicos, esta sindemia -la presencia de dos o más estados con enfermedades que interactúan negativamente- es la mayor amenaza para la salud humana y mundial, especialmente en los países de ingresos medios y bajos.

El informe también detalla las razones por las que la obesidad, la desnutrición y el cambio climático están estrechamente relacionados. El aumento de las temperaturas en algunas partes del mundo está restringiendo la actividad física al aire libre, por ejemplo.

Por otro lado, la desnutrición en los primeros años de vida es un indicador de obesidad posterior en muchos países, explican los investigadores.

Salud pública y políticas presupuestarias

Los principales impulsores comunes de esta sindicación mundial serían las políticas alimentarias y agrícolas, el transporte, la urbanización, las industrias de combustibles fósiles y la exposición de la producción mundial de carne o de productos muy elaborados.

Así, los expertos recomiendan una respuesta que combine políticas de salud pública (recomendaciones para una alimentación sana, promoción de la actividad física) y políticas presupuestarias y fiscales (financiación de métodos de producción sostenibles, impuestos para reducir el consumo de carne roja o promover el transporte no motorizado).

También exigen que se controle a las empresas multinacionales de alimentos, como el grupo de presión del tabaco. Proponen la creación de un Convenio Marco sobre Sistemas Alimentarios, similar al Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT).