Demasiada Azúcar en la Adolescencia llevaria a la Depresión en la Edad Adulta

Consumo de azúcar en la adolescencia

Un equipo de investigación franco-canadiense trabajó sobre los efectos del consumo de azúcar en la adolescencia. Se cree que tiene efectos dañinos en el cerebro maduro y que promueve la depresión en la edad adulta.

Durante la adolescencia, el cerebro cambia considerablemente. Sodas, pasteles, caramelos….. ¿Qué pasaría si todo este consumo de azúcar en este momento de nuestras vidas tuviera un impacto en la edad adulta?.

Un equipo de investigadores franco-canadienses quería saber si el alto consumo de azúcar en la adolescencia podía inducir cambios constantes en el cerebro. Los resultados de su estudio fueron publicados en la revista Neuropsychopharmacology.

Síntomas de depresión

Los científicos trabajaron con dos grupos de ratones: uno tenía acceso a agua simple y el otro a agua simple o dulce, a voluntad. En primer lugar, los ratones del segundo grupo se dirigían exclusivamente al agua azucarada, ¡que ellos preferían!.

Luego, como adultos, los ratones que habían consumido cantidades ilimitadas de agua azucarada durante su adolescencia mostraron comportamientos diferentes a los de otros ratones:

  • Una disminución de la motivación
  • Un aumento de los comportamientos de tipo ansioso
  • Un aumento de la inmovilidad en la prueba de natación forzada
  • Una disminución de la neurogénesis (proliferación celular) en el hipocampo

En los modelos preclínicos, estas alteraciones son la manifestación de un estado «depresivo». De hecho, el tratamiento antidepresivo evitó que estos síntomas ocurrieran en ratones que consumían demasiada azúcar. Estos resultados muestran que el consumo excesivo de alimentos dulces en la adolescencia tendría efectos negativos sobre la maduración cerebral y la salud mental en la edad adulta.

Efectos también en adultos

Los investigadores también repitieron esta operación, pero esta vez con ratones adultos. Observaron la misma inmovilidad en la prueba de natación forzada. Esto significaría que el consumo de azúcar por parte de los adultos también tiene consecuencias para el cerebro, pero en menor medida. El objetivo es ahora identificar los circuitos neuronales involucrados en estos procesos.