La boca es la primera parte del tracto digestivo (hablamos de la puerta de entrada del cuerpo). Es ella quien, con sus dientes, comienza el proceso de digestión.
De hecho, la combinación de dientes y boca impregnará los alimentos con saliva por un lado, y por otro lado los molerá y cortará en trozos pequeños, que serán más fáciles de digerir.
Cada diente juega un papel diferente:
Además, los dientes soportan los labios y contribuyen así a la estética de la cara. También son esenciales para el habla.
Es interesante conocer los principales elementos y componentes de los dientes y la boca. Los dientes (32 en la edad adulta) están compuestos principalmente de dentina, un tejido calcificado.
En la parte visible del diente, esta dentina está cubierta de esmalte. La parte invisible, la raíz, se anclará en la encía y el hueso (mandíbula inferior o superior).
En el centro del diente está la pulpa, que contiene los nervios y los vasos. La boca, en cambio, está delimitada por las mejillas lateralmente, el suelo bucal en la parte inferior y el paladar en la parte superior.
Contiene las glándulas salivales y la lengua que permite que los alimentos se revuelvan durante la masticación. Sobre todo, permite percibir los sabores (a través de las papilas gustativas), tragar y hablar.