Millones de personas son alérgicos a los ácaros del polvo. Estos pequeños animales microscópicos son particularmente aficionados a la habitación y aún más a la ropa de cama, donde encuentran calor, humedad y comida. Precauciones a tomar para limitar el riesgo de alergia.
Un colchón puede contener hasta 2 millones de ácaros, según varios estudios realizados. Además, para limitar su exposición a los ácaros del polvo (si no pueden ser completamente eliminados), las personas alérgicas deben tomar diferentes precauciones en la habitación:
- Instale una cubierta contra ácaros en el colchón en lugar de elegir un colchón impregnado con un producto químico (potencialmente tóxico) para el control de ácaros de corta duración. Incluso los ácaros muertos conservan sus propiedades alergénicas. Al sellarlas herméticamente, las cubiertas de los ácaros del polvo evitan que los ácaros de la cama entren en contacto directo. No existe una etiqueta oficial, pero se recomienda ciertas marcas renombradas.
- Ventile la habitación ampliamente y durante mucho tiempo todos los días, incluso en invierno. Y ventila la cama diariamente con la ventana abierta.
- Mantener la temperatura a un máximo de 19°C durante el período de calentamiento (los ácaros se multiplican más en caso de temperaturas altas, entre 20 y 30°C). Y mantenga un nivel de humedad por debajo del 60% porque el aire demasiado húmedo favorece la multiplicación de los ácaros.
- Elija un edredón y una almohada rellenos de materiales sintéticos o fibras anti-ácaros, de alta calidad medioambiental para alérgicos (HQE-A) y etiquetados como «alérgenos controlados».
- Opte por una base de listones, que asegure una mejor circulación de aire.
- Lavar las sábanas semanalmente a 60°C (temperatura necesaria para eliminar los ácaros del polvo). Y lave el edredón, la manta, la almohada y la felpa cada 3 meses a 60°C.
- Para los niños, limite el número de juguetes de peluche en la cama (no más de 3) y elíjalos lavables a máquina.
- Limpie regularmente con una aspiradora equipada con una bolsa HEPA 13 (o superior). Y espolvoree los muebles con un paño de microfibra ligeramente húmedo.