Un nuevo estudio estadounidense muestra que los adultos jóvenes que votan, se ofrecen como voluntarios o se manifiestan tienen más probabilidades de lograr un alto nivel de ingresos y educación.
Los padres que quisieran ver a sus hijos voluntarios ahora tienen un buen argumento: irán a la educación superior y tendrán mejores ingresos. Esto lo demuestra un estudio realizado por científicos del Wake Forest Baptist Medical Center en los Estados Unidos.
Encontraron que el compromiso cívico (voto, voluntariado, activismo) a finales de la adolescencia y principios de la adultez se correlaciona más tarde con una mejor salud mental y mayores niveles de educación e ingresos. Sus resultados fueron publicados en la revista Child Development.
Menos Depresión
Estudios anteriores ya habían demostrado que las actividades cívicas pueden ayudar a los jóvenes a sentirse más conectados con los demás y a desarrollar una mejor autoestima, pero aquí los investigadores querían saber si podían mejorar su salud, su educación y sus ingresos en la edad adulta. Para ello, midieron la participación cívica de 9.471 adolescentes y adultos jóvenes de 18 a 27 años.
Seis años después, los científicos han registrado los niveles de salud, educación e ingresos de estas mismas personas. Para asegurar que los resultados fueran lo más precisos posible, los adolescentes que se ofrecieron como voluntarios fueron comparados con adolescentes de antecedentes similares que no se ofrecieron como voluntarios.
El equipo de investigación descubrió que el voluntariado y el voto estaban asociados con niveles más altos de educación e ingresos, pero también con mejores conductas de salud mental y de salud. Por ejemplo, tenían menos síntomas de depresión y menos comportamientos de riesgo como el consumo de sustancias (alcohol, cigarrillos, drogas, etc.).
Para los adolescentes involucrados en el activismo y las manifestaciones, los resultados fueron más complejos. Aunque también tienen más probabilidades de alcanzar niveles más altos de educación e ingresos personales, seis años más tarde también se han visto involucrados en comportamientos de mayor riesgo.
Según los investigadores, esto se debe a que el activismo puede ser frustrante para estos jóvenes adultos, ya que son más idealistas e impacientes. Aconsejan a los padres que enseñen a los adolescentes apasionados por una causa a manejar sus expectativas.