Cerca de 16 millones de personas recibieron prescripción de medicación de inhibidores de la bomba de protones (IBP) en 2018 en España. Prescripciones injustificadas en el 80% de los casos.
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se encuentran entre los medicamentos más recetados del mundo. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha lanzado un estudio para cuantificar el uso de los llamados «antiácidos».
Los resultados muestran que cerca de 16 millones de personas, o casi una cuarta parte de la población española, recibieron al menos un reembolso por parte del Seguro de Salud por la entrega de medicamentos IBP con receta médica en 2017.
Los medicamentos IBP están indicados para el tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y la esofagitis por ERGE, para la prevención y tratamiento de lesiones gastroduodenales debidas a fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) en pacientes de riesgo, y para la erradicación de Helicobacter pylori y el tratamiento de úlceras gastroduodenales.
El estudio AEMPS muestra que una de cada dos veces, los IBP se prescriben para prevenir la posible acidez estomacal cuando se prescriben medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). «Sin embargo, en el 80% de los casos, no se identificaron factores de riesgo que justificaran el uso sistemático de un IBP en combinación con un AINE», dice el AEMPS.
¿En qué casos se justifican los IPP?
La AEMPS desea recordarles que, hasta la fecha, el valor de prevenir las lesiones gastroduodenales en adultos que toman AINEs sólo se ha establecido en presencia de los siguientes factores de riesgo:
- Tener más de 65 años de edad
- Tiene antecedentes de úlceras gástricas o duodenales
- Ser tratado con antiagregante plaquetario, anticoagulante o corticosteroide.
“Es importante no trivializar el uso de los IBP. De hecho, aunque en general se toleran bien a corto plazo, su uso a largo plazo no está exento de riesgos”. Varios estudios han demostrado que los antiácidos causan cáncer de estómago y aumentan el riesgo de cálculos renales.